Pocos fenómenos sociales de tal magnitud han sido ignoradas durante tanto tiempo por el espectador occidental. Las películas suelen ser largas (unas tres horas) y con abundantes números musicales, aunque con argumentos muy simples, que consiguen enganchar al espectador hindú y olvidarse así de sus problemas diarios.
El cine hindú ha recorrido un largo camino desde las primitivas imágenes parpadeantes con sonido más que deficiente hasta la sofisticada tecnología de hoy día tanto en la creación como en la proyección. A través de las más de 27.000 películas y miles de pequeños documentales rodados en un total de 52 idiomas diferentes, se ha reflejado el estilo de vida y la sociedad del complejo pueblo hindú.
La sofisticación cada vez mayor durante el rodaje de las películas implica un coste de producción mayor. En la mayoría de los casos, el presupuesto supera varios millones de euros. (En Estados Unidos, el coste medio por película es de 1,75 millones). Las estrellas de Bollywood como Shahrukh Khan o Salman Khan cobran más de 20 millones de rupias por película.
El invento del cine llegó a La India coincidiendo más o menos con el cambio de siglo. La primera proyección de una película tuvo lugar en 1896, cuando el cinematógrafo de los hermanos Lumière proyectó seis cortometrajes mudos en el Hotel Watson, Bombay, el 7 de julio. El primer rodaje de una película hindú y su posterior proyección tuvieron lugar en 1899, cuando Harishchandra Bhatvadekar (Save Dada) filmó dos cortometrajes y los mostró a través del sistema del kinetoscopio de Edison.
En 1900, Hiralal Sen y F.B. Thanwalla eran dos pioneros indios dedicados a la realización de cortometrajes en Calcuta y Bombay. En 1902, J.F. Madan y Abdullah Esoofally comenzaron con la proyección de films importados. En 1912, N.G. Chitre y R.G. Torney, realizaron una película muda británica llamada Pundalik, que fue estrenada el 18 de mayo.
Dada Saheb Phalke, o Dhundiraj Govind Phalke fueron los responsables de la producción del primer film totalmente hindú, estrenado el 3 de mayo de 1913 en el cine Coronation de Bombay. En 1917, Bengal vió el nacimiento de su primera película de ficción, Satyabadi Raja Harishchandra, producida por la Madan's Elphinstone Bioscope Company. En Madrás, el primer film de ficción del sur de la India, Keechaka Vadham, fue dirigido por Nataraja Mudaliar en 1919.
En 1920, el cine hindú fue tomando forma de industria. La nueva década vió la llegada de muchas compañías nuevas y nuevos directores. Dhiren Ganguly, Baburao Painter, Suchet Singh fueron los directores más famosos durante los años veinte.
El cine sonoro llego rápidamente a India, y rápidamente desplazó al cine mudo. La primera película hablada hindú fue Alam Ara, producida por la Imperial Film Company y dirigida por Ardershir Irani y fue estrenada el 14 de marzo de 1931 en el cine Majestic de Bombay. Fue la película que revolucionó toda la industria filmográfica del país. 1931 marcó el comienzo también de la proliferación de films en varios idiomas indios. La primera película filmada en bengalí (Jumai Shasthi), en telugu (Bhakta Prahlad) y en tamil (Kalidass) fueron estrenadas en el mismo año.
La década de los 30 fue la década de las protestas sociales en la historia del cine indio. Tres grandes compañías, Prabhat, Bombay Talkies y New Theatres tomaron la iniciativa en la realización de films serios, pero entretenidos para todas las clases sociales. Muchas de aquellas películas trataban sobre las desigualdades sociales, como Duniya Na Mane, de V. Santharam. Por otra parte, Ardeshir Irani realizó en 1937 la primera película hindi en color.
La década de la Segunda Guerra Mundial y de la independencia india fue una época determinante también en la industra del cine. Algunas de las más memorables películas del cine indio se realizaron durante los cuarenta.
El primer festival internacional de cine celebrado en India, tuvo lugar a principios de 1952 en Bombay. Tuvo un gran impacto en el cine indio. El punto de inflexión tuvo lugar el 1955, con la llegada de Satyajit Ray y su clásico Pather Panchali, que abrió un nuevo camino para el cine indio, ya que fue la primera película reconocida internacionalmente, obteniendo un premio en Cannes al mejor documental social, seguido por una cosecha de premios nacionales e internacionales sin precedentes.
En el cine hindi, el impacto del neorrealismo fue evidente en algunas destacadas películas de la época, como Do Bigha Zamin, de Bimal Roy.
Los sesenta fueron una decada mediocre. Las películas se realizaban principalmente para satisfacer las exigencias de los distribuidores y de la taquilla. Los sesenta comenzaron con el estreno de Mughal-E-Azam, de K. Asif, que consiguió el récord de taquilla. Fue seguida por notables producciones que incluían desde musicales románticos hasta melodramas de la mejor calidad.
Satyajit Ray, Ritwik Ghatak y Mrinal Sen fueron los padres fundadores del nuevo cine de la India. Aclamado como el mejor director de la India, Satyajit Ray realizó 30 películas de ficción y 5 documentales, abarcando un amplio rango de temas del mundo rural, urbano e histórico. Su cinematografía le puso dentro de los dominios del neorrealismo.
Los años setenta ampliaron la diferencia entre el cine "culto" o para minorías, y el cine de grandes presupuestos y repleto de estrellas. Algunos de los éxitos populares de la década fueron Pakeeza, de Kamal Amrohis, Bobby, de Rajkapoor, Haathi Mere Saathi, de Devar, etc. Todas estas películas están llenas de acción y con la venganza como tema dominante.
La vanguardia hindi o nueva ola tuvo su gran explosión a finales de los setenta, con la llegada de directores como Govind Nihalani, Saeed Mirza, Rabindra Dharmaraj, Sai Paranjpe, Muzafar Ali y Biplab Roy Chowdhari.
La siguiente década (los ochenta), continuó con el espíritu de estos nuevos realizadores. Shyram Benegal presentó algunas buenas películas como Manthan, Bhumika, Nishant, Janoon, y Trikal.
Los maestros de la nueva ola hindú, consolidaron sus posiciones en los ochenta con sus films Elippathayam, Mukha Mukham, Anantharam, Esthappan, Pokkuveyil, Chidambaram y Oridath. Elippathayam ganó el prestigioso premio del British Film Institute en 1982. Meera Nair, la joven directora, ganó la Cámara de Oro en el festival de Cannes por su primera película Salaam Bombay en 1989. En 1990, Adoor Gopalakrishnan ganó los premios FIPRESCI y UNICEF con Mathilukal.
La primera mitad de los noventa destaca el estreno de algunas de las mejores películas hindúes, así como en otros idiomas regionales.
En la actualidad, India es el país que mas películas produce anualmente, aunque ese liderazgo no pueda aplicarse igualmente a la calidad.