ESTA ES LA PÁGINA PERSONAL DE RICARDO MARTÍN.
En la red desde el 11 de julio de 2000. Esta es la décima edición.
Estás en: Inicio > Artículos > El Movimiento Dogma

El Movimiento Dogma

En la primavera de 1995, los directores daneses Lars von Trier y Thomas Vinterberg se juntaron para escribir un manifiesto que debía mostrar el camino que recondujera el cine a lo que realmente debía ser, lo llamaron 'El Voto de Castidad'. Este texto lo acompañaron con una declaración explicando su rechazo por el cine manierista de ilusión y por el cine personal. Con lo primero rompían con el clásico cine comercial, mientras que el segundo aspecto es una de las grandes novedades ya que rechazan el cine de autor, y por tanto se alejan de movimientos precedentes, como la nouvelle vague, que también buscaban un cambio.

Su apuesta es la de un cine puro y primitivo en el que se reducen los artificios de la técnica y la intervención del director para dejar todo el peso en manos de la propia historia y sus personajes. El camino son unas reglas que prohiben los saltos espaciales y temporales, la luz artificial, los decorados falsos, la aparición del nombre del director en los créditos, el cine de género... Toda una serie de normas que desde el primer momento generan controversia, principalmente, por su ambigüedad y radicalidad en aspectos como no hacer películas de género (una idea que es buena aunque difícil de concretar) o el intento de reducir el papel del director (hay que señalar que ellos reconocen que el que el director no firme la película no es más que algo simbólico) y pretender que la película deje de ser una 'obra'.

La clave para entender todo esto es la mezcla de ironía y seriedad que hay detrás: la crítica al cine actual expresada de un modo con el que se han reído de todo el mundo; pero, a la vez, se lo han creído. Lo básico es el modo en que estos directores han hecho cine, no el manifiesto sino cómo lo han interpretado: si la película ha de ser de 35 mm. y no se puede usar ni trípode ni sonido doblado, la solución es buscar una cámara manejable y después pasar lo grabado a 35 mm (Celebración, por ejemplo, ha sido grabada en super 8 y vídeo digital).

Al margen de todo esto hay cantidad de cosas curiosas como la invención de todo un lenguaje para las cosas que siguen el voto: películas dogmáticas, directores que se dogmatizan... Y, también, mucha confusión como la de considerar Los Idiotas como la primera película dogmática por el papel destacado de Lars von Trier dentro del grupo, cuando, en realidad, pese a que Celebración y Los Idiotas se estrenaron el mismo año, es Celebración la primera e, incluso, estuvo en Cannes un año antes que su compañera de viaje.

Los 10 mandamientos del Dogma: 'El Voto de Castidad'
  1. El rodaje debe realizarse en exteriores. Accesorios y decorados no deben ser introducidos (si un accesorio en concreto es necesario para la historia, será preciso elegir un exterior en el que se encuentre este accesorio).
  2. El sonido no debe ser producido separado de las imágenes y viceversa. (No se debe utilizar música, salvo si está presente en la escena que se rueda).
  3. La cámara debe sostenerse en la mano. Cualquier movimiento o inmovilidad conseguido con la mano están autorizados. (La película no debe suceder donde la cámara permanece; la grabación debe realizarse donde la película ocurre).
  4. La película debe ser en color. La iluminación especial no es aceptada. (Si hay demasiada poca luz para grabar, la escena deber ser cortada, o bien, se puede poner una sola luz sobre la cámara).
  5. Los trucajes y los filtros están prohibidos.
  6. La película no debe contener acción superficial. (Asesinatos, armas, etc. no deben suceder).
  7. Los cambios temporales y geográficos están prohibidos. (Es decir, que la película sucede aquí y ahora).
  8. Las películas de género no son aceptables.
  9. El formato de la película debe ser 35 mm.
  10. El director no debe aparecer en los créditos

Además, ¡juro que como director me abstendré de todo gusto personal! Ya no soy un artista. Juro que me abstendré de crear una 'obra', porque considero el instante como algo mucho más importante que la totalidad. Mi fin supremo es forzar a la verdad a salir de mis personajes y escenas. Juro hacer esto por todos los medios posibles y al precio de cualquier buen gusto y de cualquier consideración estética.

De este modo hago mi Voto de Castidad.
Copenhague, lunes 13 de marzo de 1995.

Influencias

Hacer un proyecto estrictamente original es prácticamente imposible. El propio DOGMA 95 no puede sostener como novedad más de dos cosas: la propia idea de hacer un manifiesto tajante que limita la libertad del director y su oposición al concepto de 'autor'. El resto no es más que la radicalización de ideas anteriores a ellos.

Desde los movimientos del nuevo cine de los sesenta, como la nouvelle vague o la overhausen, se ha mantenido un cierto rechazo por el cine de guiones simples y repetidos que fuerzan tramas complejas sin la más mínima esencia, por el cine espectacular de efectos especiales que requiere de fortísimos presupuestos porque eso es lo único que tiene; En fin, rechazo por el peor cine comercial, que no tiene porque ser el mismo que el cine dirigido a un gran público o aquel que tiene gran éxito de taquilla. Esto último hay que señalarlo, ya que, pese a la radicalidad del 'Voto de Castidad', nada de lo que hay fuera de él es tan tajante, ni su aplicación, ni en el resto de la vida de los directores.

No usar decorados creados, mantener la linealidad temporal, dejar al actor completa libertad, no hacer una obra de género, reducir al mínimo el papel del director... son cosas que ya hizo el artista pop Andy Warhol al rodar durante unas ocho horas a una persona durmiendo sin mover la cámara (lo cual ya rompería una regla importante de Dogma ya que nadie aguanta ocho horas seguidas sin trípode) y sin que el durmiente se moviera o despertara, lo cual no hace muy amena la cinta.

El que sí se olvidó del trípode fue John Cassavetes, de la iluminación artificial ya prescindía Eric Rohmer, y no limitar el guión lo hacía Ken Loach hace tiempo, al permitir a sus actores un buen margen de improvisación; incluso Hitchcock, sin caer en la radicalidad de Andy Warhol, rodó en tiempo real La Soga, y en estos dos casos no es que no se rompa la linealidad temporal sino que es estricto tiempo real sin montaje.

Pero al hablar de influencias también hemos de mirar hacia el otro lado, hacia el presente. Aunque esa inspiración bien puede venir de cualquiera de los autores ya citados, muchos consideran que el logro más importante de DOGMA 95 es el de consolidar, dentro del cine independiente, una serie de tendencias acordes a sus reglas. El caso de estas tendencias es claramente el de Rosetta, de los hermanos Dardenne, que parece seguir casi todos los 'mandamientos', aunque sus autores lo nieguen. En esa línea están cientos de películas que, incluso con una estética muy distinta, siguen muchos de los preceptos del grupo, ocurre, entre otras, en: The Blair Witch Project, Encuentros Nocturnos de Andreas Dresden, El Pequeño Ladrón de Erick Zonca, o, aun por llegar, Érase Una Vez de Juan Pinzás, protagonizada por Paul Naschy, y Lovers, película del francés Jean-Marc Barr, que dirige en inglés a Elodie Bouchez.

Lo polémico es que este tipo de cine ya se hacía antes de DOGMA 95 y, probablemente, se seguirá haciendo después. Es difícil saber hasta que punto los daneses han marcado una tendencia o, simplemente, han reconducido y recalcado lo que ya se hacía.

Las películas Dogma
  1. Festen (Dinamarca) de Thomas Vinterberg
  2. Idioterne (Dinamarca) de Lars von Trier
  3. Mifunes Sidste Sang (Dinamarca) de Søren Kragh-Jacobsen
  4. The King is Alive (Dinamarca) de Kristian Levring
  5. Lovers (Francia) de Jean-Marc Barr
  6. Julien Donkey-Boy (EEUU) de Harmony Korine
  7. Interview (Corea del Sur) de Daniel H. Byun
  8. Fuckland (Argentina) de José Luis Marques
  9. Babylon (Suecia) de Vladan Zdravkovic
  10. Chetzemoka's Curse (EEUU) de Rick Schmidt, Maya Berthoud, Morgan Schmidt-Feng, Dave Nold, Lawrence E. Pado, Marlon Schmidt y Chris Tow
  11. Diapason (Italia) de Antonio Domenici
  12. Italiensk for Begyndere (Dinamarca) de Lone Scherfig
  13. Amerikana (EEUU) de James Merendino
  14. Joy Ride (Suiza) de Martin Rengel
  15. Camera (EEUU) de Rich Martini
  16. Bad Actors (EEUU) de Shaun Monson
  17. Reunion (EEUU) de Leif Tilden
  18. Et Rigtigt Menneske (Dinamarca) de Åke Sandgren
  19. Når Nettene Blir Lange (Noruega) de Mona J. Hoel
  20. Strass (Bélgica) de Vincent Lannoo
  21. En Kærlighedshistorie (Dinamarca) de Ole Christian Madsen
  22. Era Outra Vez (España) de Juan Pinzás
  23. Resin (EEUU) de Vladimir Gyorski
  24. Security, Colorado (EEUU) de Andrew Gillis
  25. Converging with Angels (EEUU) de Michael Sorenson
  26. The Sparkle Room (EEUU) de Alex McAulay
  27. Come Now (EEUU)
  28. Elsker Dig for Evigt (Dinamarca) de Susanne Bier
  29. The Bread Basket (EEUU) de Matthew Biancniello
  30. Días de Boda (España) de Juan Pinzás
  31. El Desenlace (España) de Juan Pinzás
  32. Se Til Venstre, Der er en Svensker (Dinamarca) de Natasha Arthy
  33. Residencia (Chile) de Artemio Espinosa Mc.
  34. Cosi x Caso (Italia) de Cristiano Ceriello
Artículo miserablemente copiado y no recuerdo de dónde.
Espero que me perdonéis.


Principio de página

[Copyleft] Ricardo Martín Herrero 2000-2022
Web accesible para todos

XHTML + CSS | Nivel A de acuerdo con las normas de W3C-WAI